1. Los racimos son sometidos al “Despalillado”, procedimiento que consiste en eliminar el tallo, también llamado escobajo o raspón, y dejar los granos o uvas sueltos.
2. Los granos sueltos se someten al “Estrujado”, que no es más que un prensado que busca romper la piel de las uvas (hollejo), y extraer su jugo o mosto, sin dañar las semillas, porque esto agregaría aromas y sabores indeseables al vino.
3. A continuación viene el proceso de “Sulfatado”, operación consistente en añadir anhídrido sulfuroso al mosto para ayudar a su maceración y protegerlo de la oxidación.
4. El siguiente paso es dejar en reposo el mosto para que “Fermente” este es un proceso mediante el cual las levaduras presentes en los hollejos, transforman los azúcares del mosto en alcohol, mientras libera calor y dióxido de carbono, esta fermentación tiene lugar en presencia de los hollejos y semillas, este proceso recibe el nombre de “fermentación Tumultuosa”.
5. Luego viene el “Descube” que consiste en pasar el Mosto en proceso de fermentación a un nuevo depósito donde finalizará la fermentación en un proceso denominado “Fermentación Lenta” o “Fermentación Maloláctica”.
6. Una vez finalizada la fermentación, el mosto se transformó en vino, y sigue el paso de “Clarificación”, en el cual y por trasiegos sucesivos y/o filtración, se eliminan los sólidos resultantes de la fermentación.
7. Si el vino va a tener “Crianza”, en este momento se colocan en barricas de roble, en los cuales permanecerán hasta que estén listos para embotellados.
8. Luego viene el embotellado, en este momento el productor decide si deja el vino en las bodegas, por un tiempo, para que envejezca, y por último salir a la venta.
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