GONZALO CRUZ MONTAÑA BARRANQUILLA 3158007216
gonzalocruz1@gmail.com +Gonzalo CRUZ MONTAÑA
WHISKY
Es
una bebida más noble y compleja entre los licores.
“Catar” un producto.
Para catar un whisky se necesita ciertos elementos
básicos comenzado por una copa tipo “Jerez u Oporto” son copas pequeñas de cristal
con forma de tulipán que ayudan a que los aromas permanezcan por más tiempo y
no se evaporen tan rápido como el tradicional vaso on the rock. También tendrá
que tener a la mano una pequeña jarra de agua pura a temperatura ambiente sin
hielo.
Primero
sirva una tercera parte de la copa con el whisky que se va a catar.
Color
y su densidad. A medida que los whiskies se añejan o declaran una edad mayor,
van a presentar una densidad más alta, por lo tanto más cuerpo.
Sostenga la copa a la luz, o contra una
servilleta blanca y admire su color, profundidad y claridad. El whisky recién
destilado es claro como el vodka o la ginebra; 18 años en madera de jerez
convertirá el whisky en un color más similar al de la melaza, cobrizo. Entre
estos dos extremos existe toda una gama de tonalidades, los más jóvenes
presentan colores amarillos claros, 12 años le darán un aspecto de amarillo
oro, intenso.
La
apariencia del whisky debe ser una guía de cómo se ha madurado, y por cuánto
tiempo, porque el color depende del tipo de madera utilizada. Es casi seguro
que un whisky color de Jerez ha ya sido madurado en un barril de Oloroso usado
por primero vez, mientras que uno muy pálido sugiere una tercera o cuarta uso
de un barril de bourbon. Acuérdese de esto a menos que beba whisky que ha sido
sacado de un barril solo, varios barriles diferentes (entre tres y trescientos)
han sido puestos juntos.
Se
permite a las destilerías agregar una pequeña cantidad de colorante (en forma
de caramelo) para asegurar que toda la cosecha tiene el mismo color. Por esta
razón el color es a veces una distracción en el whisky, en Escocia es permitido
por ley oscurecer los whiskies dentro de los barriles con un pequeño porcentaje
de colorante de caramelo, algunas casa no hacen esto, pero muchas sí, y la ley
lo permite. Así que fíjese en el color pero no lo tome como algo determinante
en la calidad.
El
segundo paso
Agregarle
un poco de agua, casi la misma cantidad de agua que de whisky. Cuando los
whiskies se destilan salen casi a setenta grados de alcohol en el caso de los
de malta y a noventa y cuatro grados de alcohol en los blended. Por ley los
whiskies escoceses deben embotellarse a cuarenta grados de alcohol, así que
reducimos tres veces con agua el whisky antes de embotellarlo para bajar su
nivel de alcohol. En general cualquier agua limpia embotellada sin gas es
ideal. El agua debería ser fresca, pero no congelada.
Si
usted cata un espirituoso puro el grado alcohólico va a inhibir totalmente sus
papilas gustativas y los lóbulos olfativos, por lo tanto será más difícil
diferenciar entre un whisky y otro. Al agregar agua, el whisky aumenta dos
grados de temperatura, su grado de alcohol se suaviza y los ricos e
interesantes aromas que están detrás del alcohol aparecerán.
Tapar
con una mano la copa y agítela en
círculos. Destape y acerque su nariz dentro de la copa.
La cata del whisky se hace principalmente con
la nariz, un órgano mucho más agudo que el paladar, aunque los dos están
interrelacionados en el momento de beber. Mientras que sólo hay cuatro sabores
primarios, hay 32 olores primarios. Estas partículas volátiles se perciben por
las papilas olfativas localizadas en la parte posterior de la nariz y en
conexión directa con el cerebro.
Aromas
que recuerdan yodo, alcohol medicinal,
algas, humo, y turba en gran cantidad, seguramente estará probando un whisky
que viene de las islas de Escocia.
Si
el aroma es suave, dulce y recuerda almendra, vainilla, caramelo y frutas el
whisky debe venir de la región de Speyside en las tierras altas de Escocia.
Luego
deguste un poco de la bebida. Tome un poco y paséelo por toda la boca y
paladar. La lengua no sólo reconoce los sabores primarios sino también percibe
lo que se conoce como “mouthfeel” (tacto en la boca) la viscosidad, la textura,
y la suavidad del líquido que estamos probando y la fuerza alcohólica lo cual
es esencialmente una valoración del grado de dolor, desde lo molesto hasta lo
insoportable, lo cuál debe ocurrir con los whiskies de menor edad. Entre más
joven es un whisky, más grado de dolor y alcohol se sentirá en la boca. Otro
error muy común: no crea que porque más fuerte es, mejor el whisky, al contrario,
los whiskies con mayor edad de maduración, son mucho más suaves y queman menos
la boca.
Por
último analice el retrogusto y la persistencia. Bote un poco de aire por la
nariz luego de tragarlo. Los aromas deben recordarle madera, cuero, tabaco, humo
y vainilla si el whisky tiene más edad de maduración. La persistencia (cuanto
tiempo dura la sensación y aromas del whisky en la garganta) muestra la
calidad, entre más tiempo dure, mejor el whisky. Al cambiar de copa puede
probar algo de pan neutro, agua y nueces suaves para limpiar las papilas.
Se
puede catar uno joven que no declare edad y uno 12 años. Pruebe un día la
diferencia entre un whiskey americano (JACK DANIELS) que se caracteriza por sus aromas a ron,
maple, caucho y caramelo tostado a diferencia de un scotch más seco y ahumado y
comparar con otro tipo de whisky
JACK DANIELS.
http://mesabar1.blogspot.com/2009/02/coctleria-gonzalo-cruz.html